La reforma luterana tiene los siguientes principios:
- modificación de la doctrina de la salvación, que se consigue por la fe. El hombre podía salvarse sin necesidad de buenas obras, como defendía la Iglesia Católica, porque tiene una relación directa con Dios mediante su fe, sin necesidad de la mediación de la Iglesia. En esa relación directa del hombre con Dios se consideraba innecesario el culto a los santos, que quedaría suprimido.
- todo cristiano puede considerarse sacerdote, esto significaba que los siete sacramentos eran innecesarios, proponiendo que solo eran imprescindibles el bautismo y la comunión. Junto con la negación del sacerdocio, el luteranismo no aceptaba la obediencia del Papa, ni la de los cardenales ni obispos.
- se considera a la Biblia como la única fuente válida de inspiración cristiana, y su interpretación se dejaba a la conciencia de cada creyente. Se rechazaba de esa manera la tradición de la Iglesia y de los escritores y Padres de la Iglesia que la habían hecho pasar de generación en generación.
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