“Somos dos enanos encaramados sobre los hombres de dos gigantes. De este modo vemos mejor y más lejos que ellos no porque nuestra vista sea más aguda y nuestra estatura más alta, sino porque ellos nos llevan encima y nos elevan hasta su altura gigantesca”
Esta frase de un filósofo francés del siglo XII apunta claramente la importancia de los estudios clásicos durante la Edad Media. Los dos gigantes sobre los que se encaramaban los estudiosos (que humildemente se califican de enanos) eran las obras de los autores clásicos y la Biblia. La Edad Media nunca abandonó la cultura clásica, sino que basó sus estudios en una interpretación de la obra de los clásicos.
El humanismo tiene precedentes medievales, en concreto en autores como Abelardo (siglo XII) o universidades como la de Chartres que en el siglo XIII incidía en la profundización de los estudios clásicos. Esa línea se sigue en los círculos cultos de Florencia, en particular en la Academia Neoplatónica, donde se promovió el estudio y la traducción de la cultura latina, y la mitología. |