La explotación económica de las nuevas tierras comenzó tan pronto como fue posible, pues el objetivo del viaje de Colón había sido encontrar los árboles de las especias u otros objetos preciosos del comercio internacional. Al no encontrar los árboles de las especias, el interés de los descubridores y conquistadores se centró en la búsqueda de oro y plata. Para obtener los metales preciosos fue necesario poner a trabajar a los indios.
Según fueron estableciéndose colonos españoles en América, éstos comenzaron a cultuvar las tierras que les concedía la corona, y formaron grandes haciendas en las que se desarrolló una importante agricultura y ganadería. En estos latifundios se cultivaban productos que se habían llevado de España: trigo, legumbres, vid, caña de azúcar, algodón, árboles frutales, etc., haciendo el camino contrario de los productos americanos desconocidos en Europa y que entraron en este continente tras el descubrimiento: patata, tomate, maiz,
Con todos los productos que se extraían de América y los productos agrícolas que se intercambiaban, se desarrolló un fructífero comercio. |