Los problemas externos del rey Carlos fueron muchos:

• enemistad con el rey de Francia, Francisco I, el otro aspirante a la corona imperial, con el que mantuvo varias guerras por el dominio de puntos claves del territorio europeo.
  
  
• problemas por la defensa de una idea imperial consecuencia de su objetivo de unión de la cristiandad; todo ello le llevó a enfrentarse con el rey de Francia, el Papa y los príncipes alemanes.
  
  
• enfrentamientos con el imperio turco en los frentes centroeuropeo y mediterráneo

La idea imperial de Carlos V podría resumirse en dos palabras Universitas Christiana, es decir, unidad de la cristiandad. Su idea de universalidad le llevaba a pensar en reproducir lo que había sido el Sacro Imperio Romano Germánico, algo que desagradaba al Papa y al rey de Francia, lo que causó graves enfrentamientos entre ellos. A pesar de que por la defensa de la unidad cristiana se enfrentó a los príncipes alemanes en varias guerras, su relación con el Papa tampoco fue buena, y por ello tardó tanto en celebrarse la cermonia de la coronación.

Las guerras que mantuvo con los príncipes alemanes, a pesar de haber ganado las batallas, no tuvieron la efectividad que Carlos perseguía, pues al final de su reinado vio como los príncipes alemanes conseguían la libertad de imponer en sus territorios la religión que ellos preferían, catolicismo o protestantismo.