EXPERIMENTACIÓN CON DESCARTES EN ANDALUCÍA. |
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I.E.S. "Guadalentín". Pozo Alcón. Jaén. | |
PRÁCTICA 5. EVALUACIÓN. |
Pruebas finales (examen). Se ha realizado un examen escrito en cada uno de los temas. Como las escenas que contienen los temas permiten hacer todos los cálculos estadísticos, ambas pruebas se han tenido que realizar sin la utilización del ordenador. Además de la prueba escrita, tengo costumbre de hacer una recuperación, para darle a los alumnos una segunda oportunidad. En esta recuperación, les permito que los alumnos y alumnas que quieran, se presenten a subir nota. Además, en segundo de bachillerato, yo mismo se lo aconsejo con vistas al acceso a la Universidad. En los siguientes enlaces se puede consultar los resultados de ambas pruebas para cada uno de los temas. |
Tema 1. Examen. | Tema 2. Examen. |
Tema 1. Recuperación. | Tema 2. Recuperación. |
Después de estas pruebas, las siguientes gráficas reflejan los resultados finales de cada tema: |
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Tema 1 | Tema 2 |
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Y el resultado final de la primera evaluación y de la experimentación realizada, ha sido el que indica la gráfica siguiente. Todos los alumnos y alumnas que han asistido a clase con regularidad y han trabajado diariamente, han obtenido una calificación final de sobresaliente. Los demás están entre insuficiente, suficiente y bien. Cuando no se quiere, no se puede hacer más. |
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Llevo bastante tiempo impartiendo esta asignatura, en este instituto y en otros institutos con las mismas características. Los resultados son muy similares a los obtenidos en cursos anteriores. Son dos temas muy fáciles de entender para los alumnos, utilizando Descartes o utilizando el método tradicional y los resultados suelen ser siempre excelentes para los alumnos y alumnas que han trabajado un mínimo, por lo que no se pueden hacer comparaciones significativas. |
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Valoración de los alumnos y alumnas.
El primer día los alumnos y alumnas del grupo se sorprendieron al ver en sus horarios que el aula de la clase de Estadística era el aula de Informática. En la primera clase sentían una curiosidad y una motivación especial por ver qué se iba a hacer con los ordenadores y, por supuesto, les gustó la idea de trabajar en clase con el ordenador. Después con el paso de los días, cada uno y cada una ha mantenido la misma línea de trabajo que en años anteriores, unos han pasado un poco de las clases y han faltado bastante, otros han trabajado bastante poco o nada en casa, y el grupo de siempre que hace todo lo que le pongas. Pero en general, en la clase he observado más atención y trabajo que en otros años. El ordenador, mientras suponga una innovación y no se convierta en una costumbre, les despierta curiosidad y atención, aunque en algunos casos, alguna que otra distracción. Se puede decir que les ha gustado la experiencia, la prueba es que le han dado una valoración media final a toda la experimentación de 4.29 puntos sobre cinco. En el primer apartado, sobre Aulas y equipos informáticos, destaca la calificación negativa que se lleva naturalmente, el funcionamiento de los ordenadores (2.18), ya se han explicado los problemas surgidos, aunque a pesar de todos los inconvenientes, se ha podido realizar la experimentación. En el segundo apartado, referente a las páginas de Descartes, la valoración es bastante buena y únicamente se ha puntuado más bajo (con un 3) el apartado de si se han leído las explicaciones de las páginas, pero esta puntuación se debe también a que en muchas de las escenas que se han trabajado, las he comentado yo antes de que los alumnos empezarán a trabajar, con lo que no ha sido necesario que ellos volvieran a leerlas. En el apartado de Metodología, en general las opiniones son positivas, aunque también hay quién dice que prefiere el libro de texto. En el apartado de Actitud también la valoración es positiva, las ventajas de este aprendizaje tiene una valoración alta y los inconvenientes una valoración baja, pero llama la atención también la opinión sobre la utilización de Descartes para las clases de Matemáticas (3.18), que es algo más baja que el resto. Aunque les ha gustado la experiencia, hay algunos que prefieren continuar con las clase de siempre. En el siguiente apartado, sobre Aprendizaje con el ordenador, también han dado una valoración muy positiva y completamente esperada. Después, al trabajar con unidades didácticas que yo había desarrollado, quería saber la opinión personal de los alumnos y alumnas sobre el contenido y el diseño de las unidades y de las escenas. Una vez que habíamos finalizado la experimentación, el mismo día que rellenaron la encuesta final, les expliqué como se podían modificar el diseño de las escenas, les dejé un tiempo para que practicaran y a continuación les dije que me completaran el siguiente apartado. La valoración ha sido positiva en general, pero precisamente las dos calificaciones más bajas han sido en el diseño de las unidades y de las escenas con 3.36 y 3.14. Sin embargo en sus propuestas aparecen todo tipo de combinaciones raras como son azul y negro, amarillo y naranja, negro y amarillo, naranja y rojo, etc. Y algunas más coherentes y discretas con fondos claros y colores oscuros y al contrario. Este tema del diseño es cuestión de gustos. Y para finalizar les dije que pusieran una calificación de uno a cinco al conjunto de toda la experiencia. No lo han contestado todos, aunque si la mayoría, y la calificación final media ha sido de 4.29 (equivalente a 8.58 sobre diez) que da una idea del resultado de la experimentación. A continuación se exponen detallados los resultados de las encuestas inicial y final que se han realizado a los alumnos y alumnas. |
Resultado de la encuesta inicial realizada a los alumnos y alumnas. Resultado de la encuesta final realizada a los alumnos y alumnas. |
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Valoración personal del profesor.
Estas nuevas generaciones, se están criando con mandos a distancia, teléfonos móviles, calculadoras y ordenadores (la generación de los botones) y no han tenido ningún problema ni en el manejo de los ordenadores ni en la herramienta informática, salvo alguna excepción que se ha solucionado de momento. En casi todas las escenas había que introducir datos (valores de las variables y frecuencias) pero todas estaban diseñadas para introducirlos de la misma forma y sin ninguna dificultad, por lo que ni ha habido que dar muchas explicaciones ni han surgido problemas en la comprensión. En otras pocas escenas, el funcionamiento consistía en mover controles gráficos que evidentemente han resultado más fáciles que las anteriores. La motivación de los alumnos y alumnas al principio es muy grande, la novedad del ordenador les llama poderosamente la atención. Con el paso del tiempo, van comprendiendo que aunque se utilice el ordenador, se hace para trabajar y la motivación disminuye algo, pero menos que en una clase tradicional. En comparación a años anteriores con la misma asignatura, el ritmo de trabajo es más lento que en una clase normal, y supongo que cuántos más alumnos y de menor nivel, más lento todavía. Aunque las clases son más eficaces y más productivas. Se aprende más. En principio los alumnos están más atentos, pero después de las primeras clases y cuando se coge el ritmo de trabajo, los alumnos también se distraen, claro que de otra forma. Por una parte están los que no quieren saber nada del tema y aprovechan el ordenador y la conexión a Internet para divagar por otros mundos. Y por otra parte están los alumnos que aunque trabajan, lo hacen por su cuenta navegando por la unidad a su ritmo sin escuchar ni hacer lo que dice el profesor. La ventaja es que trabajen o se distraigan, al menos se mantiene callados y es más fácil dar la clase. Cuando conoces a los alumnos y alumnas de cursos anteriores sabes como es cada uno, quién tiene más conocimientos matemáticos y quién trabaja más, pero cuando empiezas un tema o trabajas en una determinada escena de Descartes, se tiene la sensación de que no hay diferencias, que cualquier alumno o alumna con más o menos conocimientos matemáticos la puede manejar y comprender con bastante soltura y hacerte preguntas muy interesantes tanto para la clase como para el profesor. Las diferencias empiezan a crearse en la cantidad de estudio y ejercicios que luego hace cada uno. Descartes supone también una gran ayuda para la atención a la diversidad. Desde mi punto de vista, es más fácil utilizando el ordenador y Descartes, que cada alumno o alumna vaya trabajando a su nivel y a su ritmo. Todos deben tener ejercicios de distintos niveles de dificultad y cada uno los realiza según los vaya comprendiendo. Estando todos trabajando, es más fácil para el profesor atender las dudas personales o generales que vayan surgiendo, sea cual sea la dificultad de la misma. También ha sido más fácil realizar la experiencia trabajando con materiales propios. Al diseñarlos yo, sé perfectamente los contenidos que tengo que tratar y lo que quiero conseguir que mis alumnos aprendan con cada escena y con cada hoja de trabajo. En la experimentación, por razones técnicas tuvimos que empezar con el ordenador del profesor y el cañón, pues los alumnos no podían utilizar los suyos. Después pudimos experimentar el autoaprendizaje, los alumnos van trabajando y van descubriendo los conceptos a su ritmo. Yo creo que las dos formas de utilización de Descartes son necesarias dependiendo de la dificultad de los temas y conceptos que se estén tratando. Hay veces en las que si el profesor únicamente controla el ordenador, sigue el ritmo que considera necesario y explica y repite las veces que haga falta, sin que los alumnos tengan posibilidad de ir más o menos adelantados. Y habrá otras veces en que se les pueda dejar a ellos la investigación personal. Mi impresión sobre esta experiencia es muy positiva. Desde que un compañero me habló del proyecto Descartes, sentí curiosidad por conocerlo y practicarlo. El curso pasado realicé los cursos de formación Descartes básico y Descartes 2 y no me decepcionaron. Creo que es una herramienta muy útil y con muchísimas aplicaciones para nuestras clases de Matemáticas, capaz de proporcionar al profesorado una ayuda muy completa para sus clases. Permite hacer cálculos con la precisión que necesitemos y permite hacer gráficos con la claridad que seamos capaces de diseñar, pero sobre todo, y esta es la característica que más me gusta, tanto en gráficos como en cálculos, permite por una parte construir las escenas a gusto de cada profesor, tanto en contenido matemático como en diseño y permite que estas escenas sean interactivas, de forma que una misma escena se pueda utilizar para todos los ejemplos que necesitemos, únicamente cambiando el valor de unos controles numéricos o gráficos. Sin embargo como cualquier herramienta matemática, el profesor la utiliza cuando la considera necesaria. Habrá temas que permitan un autoaprendizaje del alumnado y que estos puedan seguir solos con Descartes y con hojas de trabajo bien preparadas el desarrollo de toda la unidad didáctica. Y habrá temas en los que el profesor necesite explicar y dirigir todo el proceso, utilizando las escenas de Descartes en el momento oportuno. Pero de una u otra forma, aún no tenemos centros de enseñanza suficientemente preparados para estas experiencias y este modo de trabajar. Supongo que los compañeros y compañeras que estén en un centro TIC no opinarán lo mismo, pero yo que no lo estoy, he necesitado primero reservar la clase, lo he podido conseguir porque sólo eran tres horas a la semana y lo he solicitado a tiempo. Pero, y si un día concreto a una hora determinada, necesito el aula de informática para trabajar algún concepto con otro curso distinto. Posiblemente, con un aula de informática nada más en el Instituto, no esté libre. Si lo está tengo que meter a 30 alumnos, pero si no lo está tendré que llevarme a clase el ordenador portátil, el cañón proyector, mi maletín y si llueve también el paraguas (mi instituto está compuesto por varios edificios). Una vez que estamos en clase, y ya lo he experimentado, instala aparatos, explica y luego desinstala y recoge. Cuando acaba la clase te quedas con la sensación que el tiempo que has podido ganar por un lado lo has perdido por otro. Espero que en un futuro no muy lejano, cualquier profesor en cualquier Instituto de Andalucía, pueda trabajar con las nuevas tecnologías sin ninguna dificultad. Y para finalizar, expresar mi satisfacción con haber tenido la posibilidad de realizar esta experiencia que considero ha sido muy enriquecedora tanto para mis alumnos y alumnas como para mí. |
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Luis Barrios Calmaestra |
© Ministerio de Educación , Política Social y Deporte. Año 2005 |