De nuevo, el cartel jugó otra vez un papel grande durante la Segunda Guerra Mundial como arma propagandística. Un protagonismo compartido con otros dos medios de comunicación que comenzaban a emerger: la radio y la publicidad impresa. En esta ocasión, el cartel comienza a incorporar la fotografía dejando atrás la tradicional ilustración e ilustra imágenes de soldados con escenas de guerra junto a palabras y frases expresivas que animan a la victoria o exaltan los valores de libertad y lucha.