Existen varios procedimientos para el desarrollo de esta técnica. La que vimos anteriormente sería la técnica más directa dejando las reservas en zonas abiertas. Otra técnica con resultados más pictóricos sería el aguatinta al azúcar: Esta técnica se basa en la disolubilidad del agua y se trata de aplicar una solución de azúcar a pincel sobre la plancha resinada. Tras esto se barniza la plancha en su totalidad y una vez seca se trata con agua tibia para disolver el azúcar, de manera que queda libre la zona a morder. Este procedimiento se repite tantas veces como haga falta para conseguir las sombras necesarias de nuestro diseño.
Este mismo procedimiento de reserva directa, se puede conseguir con otros medios generalmente grasos, como lápices y ceras. En lugar de disolver estos materiales con agua lo haremos con disolventes específicos. También se consiguen efectos sorprendentes con la utilización de la sal, que se espolvorea sobre el barniz aún sin secar. Una vez seco, se sumerge en agua para la disolución de la sal y se baña en ácido para la mordida.