1. La figura y el fondo
La figura es la forma que con más fuerza atrae nuestra atención, el resto de la imagen se convierte en fondo.
Imagina que quieres hacer una foto a tu grupo de amigos. Debes tener claro qué es lo que va a aparecer en la foto y lo que no, según tu intención. Por ejemplo, qué porción de paisaje aparecerá, cómo vas a situar a tus amigos, si aparecerán completos o enfocarás a sus caras o donde te vas a colocar tú respecto a ellos. Así estarás eligiendo la figura y el fondo.
A continuación tienes dos ejemplos sencillos en los que el fotógrafo ha elegido como figura protagonista dos elementos distintos. En un caso ha enfocado a la verja y en el otro a la casa, convirtiéndolos en protagonistas de la imagen.
Cuando queramos expresarnos con imágenes debemos tener en cuenta la relación FIGURA-FONDO para dirigir la atención del espectador hacia donde nos interese. Es decir, debemos elegir qué es lo que tiene más importancia y qué nos parece secundario o menos relevante.
Por tanto podemos afirmar lo siguiente:
· Una luz intensa proyectada sobre un objeto conseguirá separar visualmente dicho objeto de un fondo en sombra.
· Una figura se percibe más fácilmente cuanto más simple es su configuración.
· Una figura se percibe más rápidamente cuando pertenece al campo de experiencias del espectador, es decir, cuanto más familiar y cotidiana sea la imagen para el espectador éste la percibirá y reconocerá más rápidamente.