2. La parte inferior de la imagen
Las formas situadas en la parte inferior del formato se perciben como más cerca del espectador y más importantes. Así, las formas situadas en la parte superior las percibimos como más lejanas y secundarias, es decir como fondo.
Incluso en el caso en que dos formas tengan el mismo tamaño, la forma que aparezca en la parte inferior ópticamente parecerá más grande.
3. La ley de la simplicidad
Cuando las características de un entorno son iguales, nuestra percepción tiende a igualar la superficie, simplificándola y convirtiéndola en una sola forma. Por tanto, las formas repetitivas y monótonas que sobresalen del formato, tendemos a percibirlas como una superficie única.
Este aspecto hay de tenerlo en cuenta a la hora de expresarnos con imágenes. Así, el motivo principal de nuestra imagen ha de estar claramente contrastado con el fondo.
A continuación te mostramos dos ejemplos significativos:
En el primer ejemplo, percibimos la imagen como todo un fondo por la repetición modular continua y monótona.
En el segundo ejemplo, todas las hojas constituyen el fondo por la repetición continua de formas, luces y colores.