Para que el código sirva ha de ser conocido y reconocido por el receptor. Si no fuese así, el mensaje se perdería porque el receptor no entendería la imagen.
Te ofrecemos algunos ejemplos de códigos conocidos o convencionalismos que utiliza la imagen en el cómic, la publicidad y la fotografía:
Cómic: Este cómic va dirigido a un público infantil-juvenil. Para ello, utiliza los siguientes convencionalismos: formas simplificadas para aumentar la expresividad, colores saturados, no hay juegos con las luces, acción, movimiento y diálogos simples y divertidos.
En este ejemplo de Mortadelo y Filemón, la gran creación de F. Ibáñez, podemos apreciar algunos de estos convencionalismos para expresar una acción cómica: el pinchazo en la nariz con una jeringa gigante.
La conversión en mariposa o libélula se expresa a través de líneas cinéticas curvas. Para denotar la metamorfosis el autor dibuja unas líneas con polvo que sale de ellas y utiliza la onomatopeya FLAP! a fin de acentuarlo. La cara de sorpresa del otro personaje se soluciona con los ojos muy abiertos, gotas alrededor de ellos y el signo de admiración.