La figura y el fondo
Si aplicas las dimensiones del espacio a la representación visual tu primer descubrimiento será: no existe una imagen totalmente plana o bidimensional.
Tu sistema perceptivo es dinámico: siempre está decidiendo qué manera es la más fácil para ver las cosas, leyendo la información que captan tus ojos del mundo real.
Aunque sólo trazases una línea con un lápiz sobre un papel blanco, la visión de este conjunto haría que tu cerebro intentase y consiguiese distinguir entre el objeto y el espacio vacío que lo rodea.
Distinguiría una figura (zona 1) situada delante de un fondo que continua por debajo de aquella (zona 2).