Las obras de arquitectura o escultura se encuentran en el espacio real, por tanto la luz baña y refuerza sus volúmenes creando un efecto de profundidad mucho más fuerte. En la escultura, puedes decir que la estatua es un volumen cerrado porque tiene textura, densidad y solidez. El aire, el volumen exterior, es transparente y está vacío.
En la escultura moderna, por ejemplo el artista Henry Moore hace que el espacio vacío adopte un papel activo en la obra. Fíjate en la figura recostada y observa como, las cavidades y agujeros practicados en el modelo parecen bolsas de aire que, al ser convertidas en figura, son percibidas con cierta densidad.
Del mismo modo, Eduardo Chillida intenta que el aire participe y sea protagonista de sus creaciones. Así ocurre con un conjunto de grandes pinzas de hierro retorcidas el peine de los vientos, situadas en la ciudad de San Sebastián. Observa como las esculturas se encuentran muy bien integradas en el paisaje, a lo que contribuye el proceso de oxidación natural que sufren los materiales.