Te proponemos una adivinanza. Imagina que tienes en tus manos una foto en la que apareces sentado en el sofá de tu casa. Ahora ve al salón y colócate en la misma posición de la fotografía. Pues bien, ¿ese que aparece en la foto es real?; ¿eres realmente tú el de la foto?
Supongo que habrás estado tentado a contestar que así es, ya que se trata de una pregunta con truco. Tu foto no eres realmente tú, sino más bien una representación bidimensional de ti mismo que estás ahí sentado y que eres tridimensional. Cuando estás en el sofá ocupas un volumen real en el espacio. Tienes tres dimensiones: altura, anchura y profundidad. Mientras, tu foto es una representación de ese volumen. Es bidimensional, sólo tiene dos dimensiones.
El volumen es un aspecto del espacio tridimensional y en plástica se refiere a la apariencia visual de los cuerpos bajo diferentes calidades de iluminación.
Para representar plásticamente cualquier cuerpo con volumen se utilizan técnicas como la fotografía, el dibujo, la pintura, o la escultura y otros, pero es la escultura la que define en infinitos puntos de vista un cuerpo tridimensional. Observa la imagen del beso de Auguste Rodin. No acababa las esculturas a propósito. Las dejaba indeterminadas y les daba aún más vida. Esta obra, "El beso" es una de us obras maestras.
Existen también otros sistemas de representación más objetivos para la representación de volúmenes con los que puede ser construido un cuerpo fielmente en el espacio tridimensional real. Son los sistemas de representación: sistema diédrico, perspectiva axonométrica, caballera y perspectiva cónica.