En el curso anterior vimos algunas de las claves de profundidad como eran la superposición, el cambio de tamaño y el contraste. El sentido del espacio se puede crear también con la disposición de la luz menos intensa en el primer plano y más brillante a medida que nos alejamos al fondo. Muchos paisajistas han utilizado este recurso de pérdida de color para hacer creíble la profundidad en sus obras. Si observas el paisaje de la derecha, fotografía realizada por Agurtzane Alonso, verás como las montañas más alejadas parecen ser azules o grises a pesar de que estén pobladas de los mismos árboles verdes que ves a tu alrededor. Podemos utilizar diferentes valores de un mismo tono para representar un paisaje y conseguir dar la sensación de espacio.
Otra de las claves para crear la sensación de espacio es la pérdida de definición. Los objetos en primer plano se ven con mucha mayor nitidez y van perdiendo detalle a medida que se alejan. La menor proyección sobre la retina produce lejanía. Un ejemplo muy claro con el que podrás comprender este fenómeno: imagina que un amigo está contigo en medio de una calle. Lleva una camisa blanca con cuadritos celestes y unos pantalones vaqueros. Tu amigo se despide de ti y se va alejando por la calle. Recorridos cien metros... ¿crees que serás capaz de percibir con detalle los motivos que tiene la camisa de tu amigo como cuando lo tenías a tu lado? Efectivamente no. Verás una camisa más o menos blanca pero sin detalles.