Para hacer referencia al parecido entre la imagen y su referente se suele emplear la noción de analogía. Precisamente una de las principales características de la representación icónica, que la distingue de otros fenómenos comunicativos, es su carácter esencialmente analógico respecto al aspecto visual de lo representado.

La analogía posee una realidad empírica que puede ser contrastada a través de la verificación perceptiva. El carácter analógico de la imagen no implica necesariamente la limitación a objetos y situaciones concretas en cuanto a lo figurativo, ya que pueden ser representados nociones y elementos más abstractos. Puede decirse en este sentido que las imágenes son siempre modelos de realidad, independientemente del grado de parecido con el referente que posean: las formas, colores, proporciones etc., son siempre correlatos de propiedades reales.

Observa las siguientes imágenes  de Carlos Kavcich y Edgar Degás. Su valor artístico es indiscutible, y haciendo referencia al tema de la analogía poseen el mismo referente (la espalda desnuda de una mujer).