Se ofrece la posibilidad de crear aulas de ordenadores portátiles en red para facilitar un nuevo estilo pedagógico.

El debate

Observamos que uno de los indicadores de calidad respecto del sistema educativo que de los países de la Comunidad Europea mide es la ratio de alumnos por ordenador con acceso a Internet. Este índice es uno de los elementos recurrentes en los informes de evaluación de los distintos sistemas educativos.

Ahora bien, indicadores de este tipo son cuantitativos, y a veces ofrece poca información de la verdadera vida de los centros. Esto se traduce normalmente en que las administraciones dotan a los centros con ordenadores que se agrupan en aulas de informática.

El mismo concepto de aula de informática responde a un esquema propio de la escuela de la revolución industrial: compartimiento estanco, guardado bajo una puerta blindada, de acceso restringido y de uso particular. El recurso, la herramienta es símbolo de estatus, es el elemento principal, es el que se muestra, del que se hace fotografías: es el tótem.

El uso

El aula de informática está pensada para enseñar informática, pero en un centro educativo se enseñan y se aprenden otras muchas cosas. Aprender informática no debe ser un fin en sí mismo, como aprender a conducir no es un fin en sí mismo. Si has aprendido a conducir y  no conduces, sólo tienes un carné. Si no usas la informática para aprender, en el ámbito educativo es como un carné sin coche: podrá valer para otras cosas, para la vida, para comunicarte, para jugar, pero no es una herramienta del docente para enseñar y normalmente tampoco del discente para aprender (sí para organizar los apuntes, pero creemos que eso no es aprender).

La alternativa es crear aulas con recursos, aulas inteligentes, en las que el alumno en función de la tarea o aprendizaje que debe realizar utilizará uno u otro recurso.

Las pedagogías que subyacen a estos modelos son bien diferentes: en ocasiones totalmente divergentes en lo que se refiere a la organización escolar, la temporalización de tareas, disposición del espacio, inversión económica, formación del profesorado, tipo de centro en suma.

El modelo por el que se ha decantado la inversión de las entidades responsables de equipamiento escolar es la primera: se dotan a los centros de aulas de Informática.

La propuesta

Sin que sea necesaria una ruptura radical de los presupuestos pedagógicos que subyacen en la opción “Aula de informática”, aquí se ofrece una solución versátil que permite la utilización de los ordenadores en cualquier supuesto.

Se trata de crear hacer “portables” los recursos que pueden convertir un aula normal en un aula de recursos o un aula de informática.

Se construye un mueble de cajones para que quepa en cada uno un ordenador portátil.

En la parte superior del mueble se puede instalar un dispositivo de enlace, un switch o hub o un switch wireless.

Los ordenadores se comunican a través de una tarjeta PCMCIA con el switch se su armario, que a su vez está conectado con un latiguillo a un punto fijo en la pared. Por tanto, la infraestructura de cableado debe ofrecer dos o tres puntos fijo en cada aula susceptible de recibir este tipo de recurso.

Asimismo, el mueble soportaría los enchufes necesarios para que los ordenadores puedan funcionar.

A través de la red se accede a los recursos y servicios que ésta ofrece: servidor de aplicaciones, servicios de webmail, servidor de datos, acceso a Internet y a servicios de impresión, según el administrador de todo el sistema decida.

El mueble que se propone puede tener este aspecto:

Los cajones se abren por ambos lados y en los laterales se sitúan los enchufes que permiten alimentar los ordenadores.

El tamaño del mueble sería: 110 de ancho x 70 de profundo x 40 de alto. Con este tamaño, se podrían almacenar en despachos o armarios de seguridad en los que se podrían apilar uno encima de otro.

Su uso

Disponer de ordenadores enchufados a la red del centro en las aulas que se quiera permite establecer una pedagogía basada en la distribución de tareas y la adquisición de contenidos desde una perspectiva constructivista: ya la información no esta en la cabeza del profesor (sólo) o en el libro de texto; la información se encuentra en bruto: el alumno ha de seleccionar, elaborar, producir informes, textos, esquemas, resúmenes; ha de comunicarse con sus iguales y con el profesor… Puede hacerse todo esto con los medios informáticos, pero también puede no hacerse. Al final, será el profesor el que decida qué metodología va a desarrollar. Pero con esta propuesta, la decisión no se produce porque no se dispone de medios, sino porque no de dispone de voluntad o porque los profesores en general todavía no hemos aprendido a dar las clases más que como a nosotros nos las han dado….