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| Desde que los problemas económicos del mundo romano produjeron el colapso de muchas ciudades, o al menos, su parálisis, el medio rural se convirtió en el mayor receptáculo de población del Occidente europeo. La sociedad y la economía de la Edad Media, al menos en sus primeros siglos, se definen por ser de carácter eminentemente rural. |
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Los campesinos trabajaban una tierra, que pocas veces era de su propiedad. Algunos tenían la porción de tierra suficiente para mantener a su familia, pero otros muchos eran colonos que trabajaban la tierra de un gran latifundista. Pronto los primeros preferirán dejar su situación de pequeño campesino libre para ponerse bajo la protección de algún gran señor. El campesino no hacía esto por gusto, lo hacía por necesidad.
Desde la caída de Roma, los campos europeos fueron objeto de saqueos de grupos muy diversos. Desde los pequeños grupos de bagaudas, campesinos bandidos que recorrían los campos saqueando, a los grandes ejércitos invasores, de vikingos, húngaros o sarracenos, los peligros eran múltiples. Más tarde la lucha entre miembros de distintos grupos nobiliarios ponía en peligro la integridad de los campesinos que trabajaban para ellos.
La necesidad de buscar protección puso al pequeño campesino en manos de un gran señor. Este podía ser laico o eclesiástico. Ambos eran señores feudales que podían construir grandes recintos amurallados en torno a su lugar de habitación. Podían construir castillos o monasterios que, con las mismas características de una ciudad en pequeño, con un muro defensivo y una puerta, controlaban el acceso e impedían la entrada a los indeseables. |
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