La revolución icónica del siglo XV
El cambio profundo que se genera en la historia a finales de la Edad Media está relacionado, de manera directa, con el desarrollo de las innovaciones que facilitaron la repetición exacta de imágenes. La posibilidad de repetir de manera exacta las manifestaciones gráficas ha tenido honda incidencia en la transformación de las ideas, del conocimiento y de la ciencia.
Las actuales formas de representación icónica son la consecuencia de la revolución representativa del siglo XV. El siglo XV es un período esencial en la evolución de la representación de la imagen, tanto en el ámbito técnico (Imprenta, etc.) como por los planteamientos formales (perspectiva, etc.), que tienen como consecuencia una generalización del uso de imágenes y la consideración de las mismas como representación objetiva de la realidad.
Ivins considera que durante la primera mitad del siglo XV ocurrieron tres acontecimientos de gran trascendencia para el futuro de nuestra cultura: a) la generalización de los procedimientos para la reproducción de imágenes impresas; b) la formulación, por parte de León Battista Alberti, de un método de dibujo en perspectiva que revolucionaría los estilos de construcción de imágenes y que determinaría la posterior predisposición europea hacia la búsqueda de la verosimilitud en el terreno artístico; y c) las teorías de Nicolás de Cusa referentes a la relatividad del conocimiento.
Por otra parte el descubrimiento de nuevos mundos crea problemas representativos específicos, que se prestan a la experimentación de nuevas posibilidades representativas y a la confrontación con las representaciones de otros seres humanos y los consiguientes problemas políticos y religiosos. La Xilografía (grabado sobre madera) adjunta sobre Indígenas americanos desarrollado en el siglo XIV es clara muestra de ello. Seguramente se utilizaba en aquella época una prensa parecida a la que aparece en el grabado adjunto para imprimir las imágenes a reproducir.