Es una señal que ponemos a un elemento determinado para poder reconocerlo entre las demás. Se trata, por tanto, de un rasgo distintivo que añadimos a un objeto con el fin de identificarlo o diferenciarlo.
Así, cuanto más simple sea la forma de la marca, mejor la recordamos y más rápidamente la identificamos. Este hecho es muy importante tenerlo en cuenta, por ejemplo, en las formas de las marcas publicitarias ya que la simplificación de las formas y la combinación simple de tonos planos contribuye a recordar la forma de la marca más fácilmente.
El concepto de marca es muy amplio y abarca muchos aspectos. Por ejemplo, la marca que se le hace al ganado, la marca de una camiseta, nuestra propia huella dactilar o nuestra firma, el matasellos es una marca, las marcas o galones en los uniformes militares, un tatuaje, etc. El ser humano marca los objetos, los animales o incluso asimismo, para diferenciarlos (o diferenciarse) y así poder reconocerlos o identificarlos entre las demás formas iguales.
Una marca, por tanto, constituye una forma de comunicarse con los demás. Es una huella que dejamos intencionadamente en un lugar bien visible de un objeto, para señalar la pertenencia o categoría que tiene, a partir de entonces, ese objeto.