La naturaleza nos ofrece una gran variedad de formas pero todas tienen algo en común: son eficaces, funcionan correctamente con una gran economía de medios.
En las formas naturales no suele haber nada superfluo, lo que parecen adornos son, en realidad, elementos que cumplen una precisa función dirigida a la reproducción o conservación de la especie.
Las formas orgánicas naturales suelen ser el resultado de una estructura interna geométrica, aunque a veces no sea fácil apreciarla a simple vista.
Para la representación plástica de las formas naturales se suele acudir también a las formas geométricas, por ejemplo, como auxilio en el encaje simplificado de un dibujo, una pintura o la devastación inicial del bloque de material en una escultura.
Como decía el pintor Paul Cézanne, todas las formas de la naturaleza pueden ser reducidas a las tres formas geométricas primitivas del cilindro, el cono y la esfera.
Será en la próxima unidad didáctica donde trataremos más a fondo este tema de la estructura de la forma. Aún así, a modo de aperitivo, puedes observar en la imagen de la pera cómo las formas orgánicas y las geométricas están relacionadas.