Con los lápices de colores puedes iluminar un dibujo realizado con grafito con diferentes tipos de trazos y texturas según la forma en la que los uses.
Puedes afilar bien la punta y realizar trazos finos que definan bien las formas. Hacer rayados y superposiciones de tonos creando vibraciones de color y efectos de transparencias como los que ves en los dibujos de los alumnos del IES Carmen Laffón.
Si la punta es más gruesa o si realizas barridos inclinando la punta del lápiz sobre el papel podrás hacer sombreados integrando suavemente unos tonos con otros con forme vas llenando zonas de color, subiendo la intensidad o bajándola según presiones más o menos sobre el papel. Estos sombreados pueden a su vez mezclarse y suavizar los bordes con una herramienta llamada difumino.
Se observa en este boceto de Julio González una posible aplicación de este instrumento, rayando, mezclando, frotando y fundiendo el material en diferentes intensidades y maneras.