La sección áurea o divina proporción es una antigua ley transmitida y aplicada por la cultura griega y vinculada a la forma y la armonía. Aún hoy se aplica en la construcción de formas e imágenes.
Partiendo de un segmento cualquiera A-B, consiste en subdividirlo armónicamente para encontrar las proporciones adecuadas. Esta operación ha tenido mucha trascendencia ya que se ha aplicado desde la antigüedad hasta nuestros días en la pintura, la arquitectura, la escultura y el diseño.
Vitruvio definió así esta proporción: Para que un espacio dividido en partes desiguales resulte estético y agradable debe haber entre la parte más pequeña y la mayor la misma relación que entre esta parte mayor y el todo.
Gráficamente el resultado sería el siguiente: A partir de un segmento A-B, se trata de encontrar un rectángulo proporcionado, de manera que el segmento A-C resulte de establecer relaciones entre cada una de las partes.
Existe una compleja operación matemática para establecer las proporciones correctas a la hora de componer una imagen. Sin embargo, la misma puede simplificarse y resumirse en lo siguiente: recurriendo a la sección áurea, el pintor puede deducir donde deberá situar las líneas fundamentales y el centro de interés de la pintura.
Es decir, no es necesario, que se deba calcular siempre el punto áureo por el método matemático: la mayoría de los pintores profesionales lo localizan intuitivamente, a ojo, pensando en el equilibrio visual de la composición; la experiencia y el sentido de la armonía son suficientes.