Los orígenes de roma
Una pequeña aldea, Roma, fue el comienzo del camino que se bifurcó en muchas direcciones y que pasó por distintas formas de gobierno, monarquía, república e imperio. Consiguió no solo crear un sistema de leyes e instituciones, sino que se consolidó como uno de los mayores poderes del Mediterráneo, tras vencer en importantes campañas militares. Llegó a dominar todas las orillas del Mediterráneo al que llamaban Mare Nostrum, nuestro mar, porque era, sin duda, este mar el centro del imperio romano.
Roma fundó un imperio que duró varios siglos hasta su desintegración tras la llegada de los pueblos germanos. Tras perder el poder político, Roma no perdió importancia porque retuvo otro poder esencial, el poder espiritual, en la medida en que el Papa tiene su residencia en esa ciudad. El cristianismo, que surgió en los primeros tiempos del imperio romano tuvo, pues, importantes repercusiones desde su nacimiento.
Aunque la gran deuda de Europa con Roma es su existencia política, los romanos dejaron una huella cultural importantísima, que se manifiesta en muy diversos campos: lengua, urbanismo y arte.
La influencia de la civilización romana en el mundo occidental ha sido muy grande, y Europa debe a Roma no solo su existencia política, las formas de gobierno y el derecho, sino también la lengua, la cultura, y el arte, especialmente las obras públicas. |