Además de Japón, varios países del sudeste asiático han conocido un crecimiento espectacular en los años 1960-1990. Son conocidos como los “dragones asiáticos” o los “tigres del Pacífico”: Taiwán, Corea del Sur, Singapur y Hong Kong.
Todos ellos han orientado su producción económica hacia la exportación (microelectrónica, automoción e informática). El éxito de su crecimiento se explica por varios factores:
- En los años iniciales de la Guerra Fría, gracias a su condición de enclaves anticomunistas, contaron con el apoyo de EE UU y del Reino Unido para iniciar sus políticas de modernización.
- El Estado se ha implicado con fuerza en el proceso de desarrollo y ha impulsado las infraestructuras, la obtención de créditos y las inversiones de capital extranjero.
- Sus gobiernos de corte nacionalista y semidictatorial, han impuesto la estabilidad social con una mezcla de represión y mejoras en las condiciones de vida de la población.
- En las circunstancias señaladas se ha conseguido una mano de obra cualificada y barata.
A finales del siglo XX experimentaron una importante crisis, sobre todo Corea del Sur. Sólo Taiwán salió bien librada, manteniendo el ritmo de crecimiento anterior. En cuanto a Hong Kong, dejó de ser una colonia británica y se integró en la República Popular China en 1997.
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