Hace ya año y medio de que Mercedes Ruiz se puso en contacto conmigo para invitarme a formar parte de la Tribu 2.0.
Mi primera actividad dentro de esta familia fue la de encargarme, junto a Domingo Méndez, del preestreno en la ciudad de Murcia de la película "La guerra de los botones", y más adelante, de "Katmandú".
Con la preocupación propia de una principiante, se organizó este preestreno en noviembre de 2011. Entre Domingo y yo distribuimos las 300 invitaciones como mejor pudimos y supimos, con la pena de que muchos compañeros se quedaron con ganas de participar de este momento, pero el aforo era limitado.
Poco a poco fui descubriendo muchos sentimientos que hay detrás de este gran proyecto de cine y educación. Sentimientos, como los que fluyen en nosotros cuando somos conscientes de que, en esas noches de preestreno, en 17 ciudades de nuestro país, miles de docentes vivimos la misma emoción; de que el cine y la educación nos estaban uniendo y moviendo, levantándonos de nuestras cómodas casas para demostrar que hay otra forma de educar, y de que esa forma de educar se siente y se experimenta mucho mejor desde la unidad.
En estos enlaces se reproducen las experiencias y vivencias de las noches de preestreno:
Guerra de los botones y Katmandú.
Después de ver las películas, con la ayuda de las guías didácticas, pudimos trabajar en nuestras clases con los niños, adaptando cada uno el proyecto al nivel educativo, y poniendo en marcha el plan audiovisual de los diferentes centros educativos.
De esta forma, se daba un paso más, el de implicar a los niños, que al fin y al cabo son los destinatarios de este "invento". Este paso se dio en algunos lugares privilegiados llevado a cabo sesiones matinales con los alumnos, tanto con "Katmandú" como con "La Guerra de los botones", "De mayor quiero ser soldado", "El sueño de Iván" o "Y ahora ¿a dónde vamos?"
Otro paso más, complementando la entrada al proyecto educativo de cine de los niños, fue el de las familias, repitiendo con ellas la misma experiencia que con los alumnos. Buen ejemplo de ello fue la actividad que se llevó a cabo en Cartagena o Badajoz con la película "¿Y ahora a dónde vamos?"
Y es que este plan audiovisual es algo más que un enunciado. Es unión, emoción, creatividad, amistad, ilusión… Es la sabia interacción entre la magia del cine y la de la educación.
Estos sentimientos se pudieron palpar en el Primer Encuentro de Cine y Educación, al que tuve la suerte de asistir en septiembre de 2012 en Madrid, donde muchos de los docentes que formamos parte de esta gran familia compartimos experiencias y conferencias de la mano de nuestra gran anfitriona, Mercedes Ruiz, y aprovechamos la ocasión para conocernos en persona, ya que este proyecto vive enredado en la red. Además, para que no faltara el ingrediente cinematográfico, tuvimos la oportunidad de asistir al preestreno de la película “La parte de Los Ángeles”, que recomiendo encarecidamente.
Como ejemplo de todo ese conglomerado de sentimientos que he nombrado anteriormente, el proyecto de abuelos se lleva la mejor parte. Está siendo un continuo surgir de emociones y vivencias que, a veces, provoca que se nos escapen unas lagrimitas. Ejemplos como el de la carta que mis niños con tan solo 5 años escribieron en inglés a Olive, una señora londinense que cumplió 100 años en enero, o experiencias que hacen brotar lo mejor de nosotros y de nuestros queridos alumnos, compartiendo con todos su sentir hacia sus abuelos. Planes audiovisuales, en colegios e institutos de todo el país, están en marcha y son reales gracias a la Tribu 2.0.
Por eso, quien hable de programación, currículum, organización, compartir, vocación, educar, sonreír, sentir, creer y crecer juntos está hablando de la Tribu 2.0.
Aquí, y en cada una de las páginas que se elaboran por un estupendo equipo de docentes capitaneado por la mejor de las capitanas, Doña Díriga, encontraréis las experiencias de quienes creemos en una forma de educar distinta, y os sentiréis parte de ellas.
Escrito por Salomé Recio Caride, miembro del colectivo Tribu 2.0.