Así en la actualidad se pueden transportar varias horas de música en reproductores portátiles de pequeño tamaño y precios muy asequibles para el gran público.
El cambio principal de las formas conocidas de registro, reproducción y distribución de la música está marcados por la aparición en los años noventa del formato MP3 de la empresa Fraunhofer Gesellshaft que permitía reducir los archivos de audio sin pérdida en la calidad a la hora de su reproducción. Aún en esos años no se disponían de reproductores portátiles a precios asequibles en el mercado por lo que la escucha y grabación de este tipo de archivos se limitaba al ordenador. Por otro lado la velocidad de las conexiones a internet eran mucho más lentas que banda ancha de hoy en día limitándose así el intercambio de archivos entre usuarios, descargas a través de páginas web etc.
El incremento progresivo de personas que disponían de Internet en sus hogares, lugares de trabajo etc. y la aparición de la banda ancha hizo que estos archivos MP3 empezaran a tomar protagonismo en la industria musical a través de internet. Un disco original podía ser copiado, comprimido y compartido con millones de usuarios al mismo tiempo mediante polémico software para redes de usuarios como el Kaaza, eMule etc.
Todo esto ha provocado que el disco compacto (CD) vaya perdiendo protagonismo en el mercado de la música. Los datos que ofrecen las estadísticas son muy significativos: las ventas de discos compactos con música original has descendido un 18% en EEUU y se calcula que para el 2008 el descenso podrá incrementarse en un 20%. En 2006 la música en Internet supuso un 10 % de toda la música grabada pero se calcula que en futuros años pueda llegar hasta un 50%.Por todo ello surgen algunas preguntas como: ¿Cuáles son las razones por las que la compra de discos originales va disminuyendo? ¿es delito descargar música a través de internet? ¿es legal la copia de un disco original para uso y disfrute personal?
Me atrevo a apuntar algunas consideraciones: el precio elevado (en España el 90% de las personas piensan que deberían ser más baratos) y la limitada capacidad de almacenamiento del disco compacto puede ser una de las razones. En un CD pueden grabarse ochenta minutos de formato WAV (el formato original para escuchar música en un reproductor o cadena musical) mientras que en el formato comprimido MP3 pueden almacenarse hasta seis horas de música (los archivos musicales se comprimen en un 90%). Los sistemas de protección de los CD originales que. han ideado algunas compañías de discos españolas si bien pueden resultar efectivos parece ser que al introducir modificaciones en el disco para poder ser copiado se prohíbe la posibilidad de realizar copias para uso privado y vulnera la Ley de la Propiedad Intelectual.
Quizás la solución para el futuro pase por un cambio de perspectiva de la industria musical respecto a los nuevos formatos, consumidores de perfiles más diversos y tratar de utilizar Internet como canal de distribución. Esto implicaría una menor ganancia con el producto musical a través de la compra del usuario pero mayores beneficios a través de patrocinadores o anuncios publicitarios a través de la web.