Precisamente la diversidad es una de las señas de identidad más notables en dicho ámbito, por lo que se hace necesario el uso de nuevos recursos y/o metodologías para responder a las nuevas demandas educativas. Ya hemos abordado este tema desde la revista y esta entrevista viene a complementar dicho post.
Elvira Martín Martín es psicóloga, musicoterapeuta, música y educadora. Como psicóloga y musicoterapeuta desarrolla su trabajo en diferentes asociaciones y recursos socio sanitarios de Huesca y Madrid, abarcando diferentes colectivos: NEE, discapacidad intelectual, TGD, salud mental, 3ª edad… Como educadora ha trabajado dando clases de música y movimiento, y piano con niños y adolescentes, en escuelas de música y cursos de verano. Además, es profesora en el postgrado de musicoterapia del Instituto “Música Arte y Proceso” de Vitoria.
Desde Huesca, donde desarrolla su labor docente nos ha dedicado unos minutos:
P. ¿Cuál es el origen de la musicoterapia?
Bueno, es de sobre sabido que la música ha acompañado al ser humano desde sus orígenes
Sabemos que la música tiene funciones muy relacionadas con el desarrollo humano: funciones de expresión emocional, de comunicación, funciones simbólicas, de socialización, de ocio y disfrute… por lo tanto, como afirma el musicoterapeuta Patxi del campo, podría decirse que la música es un proceso humano.
Pero para hablar del orígen de la musicoterapia podemos hacer una distinción entre la etapa precientífica y la etapa científica.
Desde una relación con la música más mágica o religiosa como la de la cultura egipcia, la cristiana, o culturas más tribales, por poner algún ejemplo, a una visión precientífica como la de los griegos o los filósofos de la ilustración…
Sin embargo, los inicios de la musicoterapia los podemos encontrar ya en el siglo XX. Muy cerca del campo de la pedagogía, por una parte, y cerca del campo de la medicina por otra. En el primero de los casos, podemos hablar de los trabajos de Dalcroze, Willems, Orf como precursores de la musicoterapia.
Desde el campo médico, podemos encontrar algunos orígenes en los hospitales de heridos de la primer guerra mundial en Estados Unidos, donde se contrataban músicos como ayuda terapéutica. A través de estas experiencias los profesionales sanitarios empezaron a plantearse la importancia que podía tener la música dentro de su campo, y así en 1950 se fundó en EEUU la primera Asociación Nacional de musicoterapia; en 1958, Juliette Alvin, fundó la británica y al mismos tiempo en Viena, Herbert Von Karajan fundó un Instituto de Musicoterapia. Esto son sólo algunos ejemplos, de los inicios del desarrollo de la Musicoterapia como disciplina científica. Por supuesto, paralelamente hubo desarrollos en países de Asia, América Latina, Europa…
Desde entonces ha habido un importante desarrollo tanto en el área de investigación como de práctica y actualmente, puede decirse que la musicoterapia tiene un estatus científico consolidado.
P.¿Cuáles son los principales campos de aplicación de la musicoterapia?
Actualmente, la musicoterapia incluye once áreas de práctica: educativa, enseñanza, conductual, psicoterapéutica, pastoral, supervisión y formación, médica, curativa, recreativa, ocupacional, artes interrelacionadas.
P. Veo que la musicoterapia puede “ir de la mano” con muchas otras disciplinas, qué posibilidades por tanto de interacción existen con otras disciplinas?
En cada área de práctica se puede trabajar a distintos niveles: auxiliar, aumentativo, intensivo o principal. En función del nivel en el que nos encontremos, vamos a saber lo que es musicoterapia y lo que no lo es.
Si trabajamos a un nivel auxiliar, la función de la música perseguiría objetivos no terapéuticos pero sí relacionados.
A un nivel aumentativo, la música y la musicoterapia se usaría para reforzar el trabajo de otros tratamientos.
Mientras que a un nivel intensivo y a un nivel principal, la musicoterapia cumpliría un rol central e independiente en el tratamiento.
Así pues, posibilidades de interacción son “infinitas”. Los profesionales de las disciplinas implicadas han de definir “qué quieren cocinar” y así, determinar “la cantidad” que quieren poner de cada uno de sus ingredientes.
P. Y en el caso de la interacción con el ámbito educativo, ¿qué “guisos” suelen ser los más comunes?
Pues dentro del área educativa, y “poniendo muchos gramos” de educación y menos de terapia, encontraríamos la Educación musical especial que estaría en el límite entre la educación musical y la terapia. Aquí estaríamos utilizando técnicas compensatorias para facilitar el aprendizaje musical de alumnos con discapacidad que pueden estar tanto integrados en un aula normalizada, o en clases independientes.
“Con más gramos” de terapia tendríamos la Musicoterapia en educación especial, donde se utilizaría la música no con objetivos de aprendizaje musical, sino para ayudar a conseguir objetivos adaptativos y de otras áreas curriculares, por lo tanto, la musicoterapia trabajaría a nivel aumentativo. En este caso de la mano de la educación especial. Un ejemplo de esta práctica podría encontrarse en sesiones de musicoterapia coordinadas por el musicoterapeuta y el responsable de pedagogía terapéutica dentro de un colegio de educación especial.
Y “con más cantidad de terapia” nos encontraríamos con la Musicoterapia evolutiva, que en lugar de trabajar objetivos académicos o curriculares, amplía su foco y trabaja objetivos evolutivos - sensoriomotrices, cognitivos, afectivos o interpersonales – . En estas prácticas la musicoterapia trabajaría a un nivel intensivo. Dentro de estas prácticas yo trabajo con grupos de niños de Colegios de Educació Especial, en horario extraescolar.
P. Hasta ahora nos has hablado del trabajo que se realiza dentro del ámbito de la discapacidad, pero, cómo podrían interaccionar la musicoterapia y la educación con niños sin discapacidad?
Dentro de la musicoterapia evolutiva, también puede trabajarse con niños sin discapacidad, pero aquí nos acercamos a un tema que a mí me apasiona y me ocupa. Y es el cambio del término discapacidad por el término capacidades diversas. Es un término que tomo de Patxi del Campo, director del Instituto Música Arte y Proceso de Vitoria. En dicho Instituto hay un área de investigación y práctica llamada ReCreArte donde trabajan desde hace años desde esta perspectiva.
Y más cerca de la educación musical, este verano participé como docente en los cursos internacionales de música de Canfranc, organizados por la asociación catalana Músicactiva, en los que ya se tiene como referencia también la perspectiva de las capacidades diversas, y la experiencia, tanto para alumnos como para profesores tuvo un potencial de crecimiento, tanto a nivel musical como personal, muy fuerte.
P. Para alguien sin una formación especifica en el campo, qué consejos darías a los interesados esta disciplina?¿Hay algún tipo de música en particular? ¿Autores, estilos…?
R. Mi consejo es que lean, se informen, pero sobre todo que participen en alguna experiencia, taller introductoria, que le permita vivenciar estas técnicas. Y a partir de ahí, si quieren seguir adelante, que se formen. Porque la musicoterapia, como todas las ciencias, implica una metodología muy amplia que hay que conocer con detalle antes de aplicarla. En España hay muchas formaciones diferentes. Lamentablemente, con poca cohesión y coherencia en sus planes de estudio. Yo me formé en Vitoria, como he dicho anteriormente, en el Instituto Música Arte y Proceso, que fue la primera formación en musicoterapia que empezó en España. Ahora, desde hace pocos meses han estrenado un convenio con la Universidad de Aalborg, referente a nivel mundial en la formación e investigación en musicoterapia, y este convenio, posibilita una convalidación a nivel europeo, según el plan de Bolonia, del título de musicoterapeuta.
No puedo hablar de música, autores, estilos, puesto que como he dicho antes, hay una metodología que hay que aplicar según el usuario con el que trabajemos. Después de la programación que hayamos diseñado después de la valoración inicial y de la fase de proceso en la que nos encontremos.
P. Dentro del área de música, en qué aspecto tiene mayor cabida; en el canto, la ejecución instrumental? ¿La audición….? Todos hemos encontrado el sosiego o la energía necesaria en determinadas músicas. En este sentido, ¿hasta qué punto el uso de un mismo material auditivo tiene respuestas semejantes en diferentes individuos?
Todos los aspectos que comentas tienen cabida. Como he dicho anteriormente, depende del usuario y de la fase de tratamiento. Tanto el canto como al ejecución instrumental o la audición pueden complementarse, incluso en la misma sesión.
En musicoterapia se utilizan tanto técnicas activas como receptivas.
Dentro de las primeras, estarían las diferentes técnicas de improvisación, el canto, creación y composición de canciones, actividades de movimiento y baile, audiciones activas…
Dentro de las segundas, técnicas de relajación, envolturas sonoras, escucha de música grabada, ensueños dirigidos, GIM (Música e imagen guiada)…
P. Es evidente que como disciplina ha desarrollado un importante impulso en los últimos años. ¿Hacia dónde apunta el futuro?
El futuro, pues ya dicho. Al trabajo multidisciplinar, bien definido y al trabajo con capacidades diversas.
Muchísimas gracias por tu tiempo y suerte en tus proyectos.