Dificultades encontradasMuchos docentes sienten que se les exige unas competencias profesionales que, a priori, no tienen
Actualmente la corriente que impulsa las competencias básicas ha tenido una enorme proyección en el panorama educativo internacional. En nuestro país, ha pasado a formar parte de la línea prescriptiva curricular y se determina con diferentes márgenes de autonomía en las diferentes comunidades autónomas. Pero, en estos momentos, tenemos indicios para pensar que se ha quedado ahí, que no se está concretando en desarrollos didácticos.
En un grupo de discusión de educadores de la ESO pudimos escuchar algunas de las dificultades que los docentes encuentran a la hora de desarrollar las competencias básicas en el aula. De sus comentarios y observaciones podremos al menos aventurar un diagnóstico de cuáles son las posibles causas de la falta de concreción que está teniendo la enseñanza competencial en el área Música.
El debate se centró fundamentalmente en torno a dos temas. Por un lado, ante la pregunta de cómo están incorporando las competencias básicas en el proceso formativo que llevan a cabo en el aula, los docentes enumeraron cuáles son las dificultades que han encontrado tanto personales como en el contexto.
Por otro lado, ante preguntas sobre cómo están evaluando las competencias básicas del alumnado, el grado de adquisición de cada una de ellas o cuáles son los instrumentos de evaluación que utilizan, la mayoría de los docentes contestaron que, tras la incorporación de las competencias en el currículo, apenas han modificado los instrumentos de evaluación de los aprendizajes. Es decir, no realizan una evaluación diferente. Esto evidencia la falta de coherencia didáctica que comentamos más arriba.
¿Qué dificultades estamos encontrando a la hora de desarrollar las competencias básicas en nuestras unidades didácticas?
Aunque mayoritariamente los docentes valoran positivamente la introducción de las competencias básicas en nuestro currículo, algunos profesionales de la educación consideran inviable la aplicación real de las competencias básicas en la ESO. El siguiente comentario resume la opinión al respecto:
Las razones que afloran tras este tipo de comentarios tienen que ver con la falta de formación específica, que en muchos casos se confunde o denota falta de iniciativa, de interés o poca implicación. Muchos docentes sienten que se les exige unas competencias profesionales que, a priori, no tienen o no tienen por qué tener.
Otros profesores mencionaron dificultades propias del contexto como que el modelo organizativo del profesorado y la distribución horaria han sido concebidos para una docencia que gira en torno a la enseñanza de materias estancas y apenas permite el desarrollo del un aprendizaje de tipo competencial. También se hicieron referencia a la falta recursos materiales y de espacios adecuados.