Sobre Hildegard von Bingen
Hildegard nació en 1098 en Bermersheim, Alemania y murió 1179 en el monasterio benedictino de Rupertsberg, en Bingen. Por ser la décima hija de una familia noble fue entregada a los catorce años al monasterio de Disibodenberg.
Este monasterio era masculino pero, excepcionalmente, acogió un pequeño grupo de religiosas en una celda anexa bajo la dirección de la abadesa benedictina Jutta de Sponheim.
Durante estos primeros años de su vida Hildegarda recibió una educación monástica típica, esto es, aprendió la lengua latina, para poder seguir la liturgia y la lectura de las Sagradas Escrituras, memorizó los Salmos y las melodías gregorianas que se cantaban en el convento diariamente.
Mujer culta en un entorno privilegiado, Hildegard dedicó su vida a llevar a cabo la misión divina de escribir sus visiones... Un convencimiento que la llevó a enfrentarse a clérigos y costumbres de su época, a entrevistarse con nobles y obispos y hasta con el mismo Papa.
La popularidad que rodeaba a Hildegarda llevaba a muchas personas hacerle consultas. Por este motivo, disponemos de muchas de sus cartas.
“En otros escritos, por último, Hildegarda manifiesta una variedad de intereses y el dinamismo cultural de los monasterios femeninos de la Edad Media, a diferencia de los prejuicios que todavía hoy siguen extendiéndose sobre esa época. Hildegarda se dedicó a la medicina y a las ciencias naturales, así como a la música, pues tenía talento artístico.
Compuso también himnos, antífonas y cantos que eran gozosamente interpretados en los monasterios, difundiendo una atmósfera de serenidad, y que han llegado hasta nosotros.” Zenit
La película Visión
La película, lenta y descompensada, describe determinados aspectos de la vida de esta compositora. Presenta a Hildegard como una defensora de los derechos de la mujer.
En su película, Margarethe von Trotta hace hincapié en el aspecto feminista resaltando la fuerte personalidad de la protagonista frente a las presiones recibidas por los distintos poderes de la época.
La vida en un monasterio del siglo XI está bastante bien reflejada en la película, gracias a una cuidada fotografía de claroscuros y al esmerado diseño de producción (vestuario, localizaciones y atrezzo).
Es una pena que se haga referencia a su faceta de compositora únicamente en una escena, muy conseguida cinematográficamente, en la que se representa en el convento el auto sacramental sobre las virtudes llamado Ordo Virtutum.
La banda sonora de la película la ha creado Chris Heyne, pero apenas utiliza música de Hildegard. Puede escucharse en streaming a través de Spotify.
Y en Filmin Visión http://www.filmin.es/pelicula/vision