En Grecia aparecieron los primeros soportes publicitarios hechos de madera, que se llamaban axones.
En Roma se utilizaron los alba, unos tablones de anuncios estables y los libelli, papiros que cumplían la función de los actuales carteles.
En la Edad Media se comienza a usar una nueva técnica que permite reproducir varias veces el mismo anuncio; se trata de un grabado en planchas de madera llamado xilografía.
Finalmente Gutemberg inventó la imprenta, revolucionando el mundo de las telecomunicaciones. Desde entonces la impresión mecánica ha permitido reproducir masivamente los mensajes.
En el siglo XIX se descubrió la trama fotográfica, y la publicidad, apoyada en los medios técnicos, se desarrolló ininterrumpidamente.
Observa las diferencias de los anuncios publicitarios de finales del siglo XIX y principios del siglo XX con los actuales. En primer lugar el de los Chocolates Matías López que vende la gordura como algo positivo, con las imágenes de la pareja "antes de tomar el chocholate de López", "despues de tomar el chocolate de López" y "los que toman dos veces al día el chocolate de López". En el segundo caso, el de la Harina Lacteada Nestlé anuncia un producto novedoso: un "Alimento completo para niños", era el principio de las papillas enriquecidas.