Componer consiste en organizar los elementos en una representación plástica a fin de darles una coherencia formal. Cuando componemos buscamos el equilibrio y para conseguirlo utilizamos distintos recursos. Uno de ellos es el color.
Para equilibrar una obra no hace falta poner siempre el mismo número de elementos a un lado que a otro o compensar sus tamaños. Aplicando una misma gama de color podemos conseguir el equilibrio, destacar unos elementos sobre otros o darles más o menos protagonismo.
Con el color equilibramos las masas que se distribuyen en el cuadro con independencia de su forma o tamaño. En general los colores cálidos, los oscuros y los tierras pesan más que los fríos, los claros y los saturados o puros. El pintor Edgar Degás (1834-1917), que despuntó por sus novedosas composiciones, utilizaba mucho este recurso. Observa como se equilibran los volúmenes pequeños de las figuras de colores oscuros con grandes zonas de color claro.