Como los colores cubren bien, puedes trabajar de claro a oscuro y viceversa. Por ser una pintura opaca pueden conseguirse resultados estupendos utilizando papeles de color.
Lo más difícil es conseguir el punto exacto de agua. Has de añadir siempre el agua poco a poco: un defecto de agua produce craquelados en la superficie de los colores como ves en el color azul de la imagen 2. Un exceso de agua produce colores lavados como el naranja de la imagen 3 que no siempre son los que te interesan. Para aclarar los colores deberás añadir blanco. Los tres tonos de naranja en esta imagen se han conseguido añadiendo blanco a una misma mezcla de color naranja.
Mezcla bien el color en la paleta antes de aplicarlo sobre el papel. De lo contrario se pueden producir veteados no deseados como los que ves en el color amarillo verdoso de esta imagen.