Un rotulador consta de un depósito que distribuye tinta diluida en un medio acuoso o en alcohol con una punta que puede ser de fieltro o de fibra. Esta punta puede tener varias formas: fina, gruesa, de bola o de pincel e incluso existen puntas normalizadas para dibujo técnico que igualan a la de los estilógrafos. El tipo de punta condicionará el grafismo. Por ejemplo, para realizar un dibujo como el del ilustrador Blasberg necesitarías elegir un rotulador de punta fina y sería imposible con uno de pincel.
Los rotuladores de tinta y con base alcohólica dan mejores resultados, pero debes cerrarlos bien al terminar porque el alcohol es volátil y se evapora.
Puedes realizar técnicas mixtas con rotuladores, como en esta ilustración de Jorge Fabián González con lápices y tinta.
Pero nunca emplees óleo, temperas o acrílicos porque estropearías la punta.