El papel más apropiado para trabajar con lápiz es el papel satinado (brillante y sin poros), pero puede ser interesante utilizar otro tipo más grueso si quieres conseguir nuevas texturas. Observa como en estos dos dibujos las texturas conseguidas con el lápiz resultan del tipo de soporte empleado.
En el trabajo de Salustiano García el tipo de papel utilizado tiene un grano fino con lo que se logra un grado de delicadeza mayor y, en definitiva, una calidad distinta.