Los magistrados estaban en el cargo un año, pero podían ser reelegidos, como lo fue Pericles durante quince años. Lo consiguió por su gran habilidad oratoria, que le permitía convencer a la Asamblea para aprobar sus propuestas, y con medidas populares como permitir a los ciudadanos atenienses sin riquezas acceder a los cargos de la magistratura.

El siglo V a.C. se ha denominado el siglo de Pericles, pues este estratego de Atenas, llevó a la ciudad a su momento de mayor esplendor cultural y material; en su tiempo se levantaron las obras públicas más importantes de Atenas, los grandes templos de la Acrópolis (el Parthenón y el Erecteión) y el edificio del auditorio (el Odeón). También entonces se reunieron en Atenas grandes artistas, dramaturgos, historiadores y pensadores (Aristófanes, Esquilo, Sófocles, Eurípides, Tucídides y Sócrates)