Economía
La palabra economía procede del griego, y significa reglas de la casa.
Al estudiar la economía en aquel tiempo hay que centrarse en las cosas que los hombres hacen, usan, compran y venden, y no en la economía como parte de la política de un gobierno, pues entonces no se entendía así, los gobernantes no se preocupaban por la economía, aunque las formas de gobierno fueran en parte consecuencia de la organización económica.
La base económica esencial de la zona del Ática, y posiblemente la de otras áreas de Grecia, era la agricultura. Las técnicas agrícolas eran muy rudimentarias, no conocían los abonos y tenían que dejar las tierras en barbecho. Cultivaban cereales, trigo y cebada, de los que no obtenían buenas cosechas. Con el tiempo vieron que era más rentable especializarse en la vid y el olivo, para la producción de vino y aceite, productos rentables para el comercio.
La producción artesanal era primitiva y de poca importancia. Destacaba la cerámica (de la que han quedado muchísimas muestras) que se hacía en pequeños talleres; también se fabricaban tejidos, armas y joyas. Su escasa importancia podría explicarse por la fabricación en las casas de muchos productos de uso diario, como los tejidos.
El comercio fue también muy importante en la economía ateniense; el aislamiento territorial hacia el Norte incentivó la navegación por el Egeo y la costa asiática, donde fundaron parte de sus colonias, que también se extendieron por la parte occidental, por las costas del norte del Mediterráneo hasta la Península Ibérica.
El comercio marítimo entre todas las colonias movía fundamentalmente productos agrarios, pero también productos procedentes de la artesanía que comenzó a ser importante en la economía ateniense. El mar fue más que un camino de comercio, los griegos utilizaron el mar de otras formas: para aprovechar la pesca, para ofrecerse como mercenarios en guerras en torno al Mediterráneo, o para piratear como puede verse en la Guerra de Troya. |