Todos
los hombres nacen con un afán y exigencia de verdad; pero ninguno nace
sabiendo.
El
hombre no es creador de la verdad sino descubridor de la misma: busca y encuentra
la verdad, no la crea o inventa.
Un
conocimiento verdadero es garantía de nuestra libertad. ¿Se puede
ser realmente libre cuando no se conocen todas y cada una de las opciones en
su auténtica realidad?.