Ruta 4 - Etapa 1 - Parada 7
El sujeto y el conocimiento

Es muy importante distinguir los diversos estados en los que la mente de un sujeto, de una persona, se encuentra frente al conocimiento. Por tanto, vamos a analizar los aspectos subjetivos del conocer (certeza, duda, opinión) y que no debemos confundir con la verdad o falsedad de sus afirmaciones.

. La certeza es el estado de firme adhesión de la mente a algo conocido, sin ningún temor a errar.

La certeza es un concepto que puede realizarse gradualmente. En cambio, el concepto de "verdad" no admite grados: una afirmación es correcta o no lo es; si sólo lo es en parte, es una afirmación falsa. Por consiguiente, la certeza no es lo mismo que la verdad, aunque se trate de nociones estrechamente conectadas. Mientras que la verdad es la conformidad del entendimiento con la cosa, la certeza es un estado del espíritu que, en condiciones normales, procede de hallarse en la verdad, de saber.

La certeza se puede adquirir de una manera inmediata o mediata. La certeza inmediata no necesita más comprobación que la propia realidad. Se basa en la evidencia, es decir, en la presencia ante el sujeto cognoscente de una realidad como inequívoca y claramente dada. Sin embargo, muchas de nuestras certezas son mediatas y se basan en la creencia que se fundamenta en la credibilidad o autoridad de los testigos.

. La duda es el estado en el que la inteligencia oscila entre la afirmación y la negación de una determinada proposición, sin inclinarse más a un extremo de la alternativa que al otro. En la duda hay una suspensión del juicio, que es conveniente mantener cuando no existe la evidencia que el asunto en cuestión requiere.

. La opinión es el estado de la mente que se inclina por la veracidad de un juicio sin excluir del todo que éste pueda ser falso. La opinión es el asentimiento a la verdad de una parte de la contradicción, con temor de la verdad de la opuesta.

. No podemos dejar de señalar que el error también supone una certeza: Respecto de una afirmación de la que dudo no puedo errar; a lo más puede haber una duda injustificada y que, por lo mismo, falla. Por el contrario, se habla de error, cuando afirmo de una manera segura una declaración que no es correcta. Si no estoy seguro de si es verdadera y, sin embargo, la afirmo, es una toma de posición desleal desde fuera, y si estuviera cierto de su falsedad, sería una mentira; pero un error propiamente dicho sólo existe, cuando falsamente la doy por verdadera con certeza. También debemos distinguir entre nesciencia, ignorancia y error. Llamamos "nesciencia" a la simple ausencia de saber. La "ignorancia", por su parte, añade un nuevo matiz a la mera carencia de conocimiento: es la privación de un conocimiento para el que se posee naturalmente aptitud. Finalmente, el "error" consiste en afirmar lo falso como verdadero. Por lo tanto, el error añade -con respecto a la ignorancia- un nuevo acto: se puede ser ignorante sin formar ninguna sentencia acerca de lo ignorado y, en tal caso, no se yerra; mientras que el error consiste en hacer un juicio falso acerca de lo que en realidad se ignora.

Relaciona cada una de las siguientes afirmaciones con el estado subjetivo de conocimiento que manifiestan:

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