Desde el punto de vista icónico, la publicidad incluye rasgos con intencionalidad denotativa, pero también con valor connotativo, imágenes con una fuerte carga emotiva o valorativa para producir atracción, impacto o actitud positiva del receptor hacia el producto.
En numerosas ocasiones las imágenes publicitarias crean o reproducen convenciones socio-culturales, fundamentalmente estereotipos, ideas simplificadas y comúnmente admitidas de alguien o algo, presentándolo como modelo de comportamiento o interpretación de la realidad. Algunos de estos estereotipos, como los de contenido sexista, clasista o violentos, refuerzan comportamientos sociales especialmente perniciosos.