Podemos obtener una textura táctil añadiendo cualquier material al soporte de forma que sobresalga por encima del plano de éste como ves en estas obras de Barceló o Jean Arp. A estas texturas las llamaremos táctiles positivas.
Pero también podemos proceder al contrario, quitando trozos del material del soporte, rebajando, agujereando o arañando el plano de éste. A este tipo de texturas las denominaremos táctiles negativas. Los agujeros, surcos, raspaduras o desgarros alteran la superficie enriqueciendo su textura táctil