Si en el verano iluminas la habitación con luz azulada, tendrás la impresión de que la temperatura es más baja y si en el invierno la alumbras con una luz rojiza la sentirás más tibia y acogedora. ¿Y por qué?, te preguntarás.
Todos los matices de color en cuya composición domine el amarillo, el rojo o magenta los consideramos cálidos y las tonalidades en las que domina el componente azul o verde son fríos. Esta distinción permite hablar de gamas en el color: la gama fría y la cálida. Podemos utilizar las gamas en nuestras representaciones para transmitir distintas sensaciones de temperatura que afectan también a las sensaciones expresivas. Puedes observar el efecto en estas dos pinturas. La primera es obra del pintor jienense Rafael Zabaleta (1924-1932) y la segunda la versión que una alumna ha hecho de la misma utilizando la gama cálida creando como ves un ambiente mucho más alegre.