¿Has visto alguna vez una habitación de un bebé pintada de negro?. ¿Te imaginas la oficina de un abogado pintada de rosa chicle?. Lo más probable es que no. Los colores tienen un valor emotivo, provocan sensaciones a quien los percibe y, aunque la respuesta varía de unas personas a otras, podemos decir que en general los colores cálidos producen sensaciones de calor, alegría, excitación y agresividad. Los fríos, en contraposición, producen calma, relajación, descanso, seguridad, tristeza etc.
Los decoradores saben bien de esta psicología del color para crear ambientes eligiendo los colores más apropiados para cada una de las estancias de la casa haciéndolas más confortables y acogedoras. Observa como se ha aplicado en las tres habitaciones de las fotografías el estudio del color.