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Entre todos los seres vivos del planeta Tierra, sólo el género humano ha sido capaz de adaptarse a los más diversos y distantes medios ambientales, tras la consecución de extensos desplazamientos que le llevarían en el transcurso de cientos de miles de años, durante la Prehistoria, a poblar territorios de los cinco continentes.
Para iniciar aquel dilatado proceso fue decisivo el afianzamiento, a lo largo de varios millones de años antes, de su bipedismo, que constatado ya en algunos homínidos debió surgir como respuesta de adaptación progresiva al cambio climático, responsable hace 6-5 millones de años de la transformación de una densa selva tropical en estepa herbácea, propiciando los primeros pasos en África Oriental.
Transcurridos algunos millones de años, la evolución de las primeras especies humanas nos deparará, por fin, un "homo" capaz de emigrar, el denominado Homo erectus. Al seguir el rastro de sus huellas, podemos imaginar el inicio de una extensísima "andadura", de África a Eurasia. El destino que otros, como el antecessor, seguirían después.
Con
el tiempo, todavía inconmesurable a nuestra percepción, Asia, otro
destino, se convertiría además en ruta de tránsito hacia tierras de
América. Pero en el poblamiento del continente americano, el sapiens
sapiens contó con la decisiva contribución de determinados fenómenos
originados por los cambios climáticos, las tierras emergidas. Probablemente
el mismo fenómeno que facilitaría el desplazamiento desde territorio
asiático a Australia. |
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