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Platón |
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A un carácter distinto corresponden las referencias a la catástrofe que se conservan en dos discursos de Platón, Timeo y Critias, ya que su mención de mitos y leyendas no persigue la explicación del origen del género humano sobre la tierra ni la transmisión del temor a la respuesta de las divinidades.
Se trata de una recurrencia a símiles que, por su conocimiento y familiaridad entre los destinatarios de sus ideas, podrían expresar más nítidamente el auténtico contenido de su pensamiento. En este sentido, en su Timeo (23) citará el diluvio sobre la tierra, referido ya por Hesíodo, y aludirá como novedad al mito de la Atlántida, que situándola hacía nueve mil años, aparece desarrollado en el Critias.
En ambos discursos, con la intencionalidad de plantear los riesgos que conlleva los excesos de determinados gobiernos, relata toda clase de frutos y recursos de la naturaleza, bienes materiales y poder del gran imperio denominado Atlántida, remontándose a los orígenes míticos de sus fundadores, aborígenes y divinos, y describiendo su emplazamiento en una gran isla mayor que Libia y Asia juntas, más allá de las columnas de Heracles, en el Atlántico, así como su poderío sobre otras islas y la tierra firme de Europa y Asia hasta que su pretensión de dominio sobre la Hélade y el antiguo Egipto, con la intención de esclavizar a los habitantes de ambos territorios, chocó con el rechazo enérgico de los atenienses, artífices de la derrota.
Pero, tras este lance un violento terremoto y un extraordinario diluvio, sucedidos en un día y una noche terribles, habrían acabado con la clase guerrera de la Atenas primigenia y provocado el hundimiento y la desaparición de la Atlántida.
La presentación pseudohistórica de la Atlántida de Platón adquiriría una gran trascendencia en la literatura posterior y despertaría expectativas en la búsqueda y redescubrimiento de una Atlántida real.
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