Durante los siglos de permanencia de los musulmanes en la Península Ibérica, las tres religiones monoteístas del Mediterráneo convivieron en el espacio peninsular. Si se conoce con certeza el año de llegada de los musulmanes, es difícil saber cuando llegaron las primeras comunidades judías, sin embargo, es probable que en los primeros siglos de la era cristiana ya algunos habrían llegado a Hispania, pues las primeras predicaciones de los cristianos probablemente se hicieran en torno a las sinagogas judías.
La existencia de los tres grupos en el espacio peninsular dio lugar a un intercambio cultural muy interesante, especialmente en lo que se refiere a aspectos de la alta cultura: literatura, arte o música, pues no es tan evidente que esos intercambios culturales se desarrollaran a nivel de cultura popular.
Una de las manifestaciones culturales en las que se ve mejor la obra conjunta de las tres comunidades es la que desarrollaron en la Escuela de Traductores de Toledo. |