La
Filosofía como amor a la sabiduría nos lleva a la búsqueda
de la verdad.
El
árbol de la Sabiduría debe tener profundas raíces y firmes
ramas para dar los mejores frutos.
Para
conocer el mar no es suficiente con observar atentos desde la orilla o recorrer
sus aguas en una embarcación. Para conocer realmente el mar debemos sumergirnos
en sus profundidades, a pesar de que hasta ahí ya no lleguen los rayos
del sol.
¿Qué
puedo saber, qué debo hacer, qué me está permitido esperar?
son las preguntas básicas a las que pretende responder la filosofía
y que, tal y como el propio Kant señaló, se sintetizan en la pregunta
¿qué es el hombre?
"El
hombre es una realidad compleja que no se reduce a la materialidad. No se explica
al hombre midiendo sus arterias, pesando su hígado o analizando bioquímicamente
su cerebro".