Has visto que, en muchos objetos, el diseño de sus texturas va unido a la función que deben desempeñar. Un capuchón de un rotulador grueso tiene grandes ranuras o surcos para facilitar su apertura; los cubiertos son suaves y pulidos pues sería muy desagradable comer con ellos si pincharan o rasparan la boca; una lija, por el contrario, debe ser áspera y rugosa para cumplir su función etc.
Si el diseñador o diseñadora prescindiera de la función que esos objetos deben desempeñar, podría dedicarse libremente a su trabajo creativo y podría elegir texturas más decorativas para esos objetos cotidianos. Aunque sería del todo improbable hacer esto dentro de una cadena de producción, podemos explotar de un modo mucho más creativo la realización de texturas táctiles para los diseños de objetos cotidianos eliminado la atadura funcional.
Elige un material de desecho de tu casa como botellas de detergentes, de agua, botes de refrescos, platos o cubiertos de plástico o cualquier otra cosa. Se trata de forrar con plastilina de distintos colores el objeto haciendo en la superficie un nuevo diseño ornamental con todo tipo de texturas táctiles.
Utiliza las distintas técnicas que has aprendido para hacer texturas táctiles: sustracción, adicción, impresión y rayado. En las fotografías observarás materiales que pueden servirte para hacer todas estas técnicas. No sólo herramientas tradicionales de modelar y talla sino todo tipo de objetos. Combina los colores de la plastilina y las herramientas para obtener el diseño más sorprendente en tu objeto doméstico. Cuando termines puedes dar varias capas de cola blanca diluida en agua o barniz para endurecer la superficie y evitar que se rompa.