Bakunin defiende el ateísmo, la libertad como bien supremo y el rechazo de toda autoridad, así como la necesidad de una revolución campesina. La sociedad anarquista se organizaría en comunas autónomas autogestionadas en las que la propiedad sería colectiva. Estas comunas podrían agruparse en federaciones.
Para suprimir el Estado los anarquistas se apoyan en la abstención absoluta de la vida política, en la huelga y en la revuelta individual. El anarquismo se extendió sobre todo por tres países europeos: Rusia, Italia y España. |