La repoblación por repartimiento
Se inició, tras la conquista de Córdoba a mediados del siglo XIII, en Andalucía, Murcia, Valencia y Mallorca. Fue una repoblación real, un reparto llevado a cabo por agentes del rey, después de haber realizado una encuesta de las propiedades de las que podían disponer en las ciudades y medios rurales que fueron conquistando.
Los repartimientos no fueron uniformes en todas las zonas en las que se efectuaron. Se tuvieron en cuenta factores muy diversos, tanto de la población establecida previamente (expulsada si había opuesto resistencia), como de los que fueron a establecerse allí, pues el reparto se hacía dependiendo de la condición social de los repobladores.
Aunque es difícil conocer la forma en que se hicieron los repartimientos, pues de algunos han llegado solo las listas de los pobladores y lo que se entregaba a cada uno, se ha podido estudiar muy bien los repartimientos de Sevilla y de Murcia. El primero lo vamos a tomar como ejemplo de la complejidad de este tipo de repoblación.
En el repartimiento de Sevilla se distinguían los donadíos y los heredamientos:
- Los donadíos eran los grandes latifundios o propiedades que se entregaban a los personajes de alta alcurnia, nobles, órdenes militares, alto clero, oficiales de la Casa Real, que habían participado en la conquista de los territorios.
Ejemplo de donadío: el recibido por Alfonso de Molina, hermano del rey Fernando III. Recibió la aldea de Concubina, en el término de Sanlúcar la Mayor con:
- 30.000 pies de olivar
- 120 almarrales de viñas
- Higueras para recoger anualmente 1.000 seras de higos
- 150 casas
- 12 molinos de aceite
- 8 huertas
- Los heredamientos eran las donaciones que se entregaban a quienes realmente iban a poblar el territorio. En el caso de Sevilla se distinguía entre tres grupos sociales: caballeros de linaje, caballeros simples y peones. Esa distinción se manifestaba en la distribución de bienes, que se hacía en relación con esa condición social:
- Los caballeros de linaje recibían: casas, 20 aranzadas de olivar (la aranzada es una medida agraria de distinta equivalencia según las regiones. La de Castilla equivale a 4,472 m2; la de Córdoba a 3,672 m2, Diccionario de la Real Academia), 6 de viñas, 2 de huerta y 2 yugadas de pan.
- Los caballeros simples recibían 8 aranzadas de olivar y 2 yugadas de pan.
- Los peones recibían 4 aranzadas de olivar y 1 yugada de pan.
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