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Óscar Barquín |
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Iniciamos aquí una serie de tres artículos sobre el destacado trabajo por proyectos del profesor Óscar Barquín en un aula del segundo ciclo de primaria.
Convencido de las bondades de esta forma de trabajo, nos expone su fundamentación teórica en este primer acercamiento y ejemplos prácticos en los dos siguientes:
<<Cuando en el curso 2009/2010, viniendo de Educación Infantil, tomé las riendas de una tutoría en el segundo ciclo de educación primaria en el CEIP Valdáliga de Cantabria, me planteé la posibilidad de trasladar la metodología de corte constructivista que venía desarrollando en mi antigua etapa a este nuevo nivel. Para ello diseñé un modelo que pretendía un aula activa donde los alumnos serían los verdaderos protagonistas de su aprendizaje.
Estoy convencido de que es posible compaginar dichas metodologías activas con el currículo de primaria y, de hecho, se hace necesario si realmente queremos un desarrollo competencial del mismo. Además, mi intención siempre ha sido dar una vuelta al modelo de enseñanza de la lengua, primando la comprensión y expresión frente a conceptos metalingüísticos, y el razonamiento lógico/matemático frente a la reproducción pura de contenidos.
La creación de ese aula activa es el centro de partida desde el que me propuse desarrollar la labor educativa, y para el que diseñé un modelo de organización del trabajo articulado en torno a dos grandes ejes que ya venía usando en Educación Infantil: Talleres y proyectos.
En el proceso de aplicación de proyectos de corte constructivista en la etapa de educación primaria, pude comprobar la dificultad del abarcar todos y cada uno de los contenidos propuestos por el currículo, que aún sigue pecando en muchos casos de un exceso de cuantificación. Por ello, de forma paralela realizamos los que llamamos: Talleres de primera hora, que explicaré en el segundo artículo de este bloque. Estos talleres tendrán dos objetivos claros: apoyar el planteamiento constructivista de los proyectos avanzando en su desarrollo y, en otras ocasiones, trabajar desde un enfoque también activo los conceptos que se escapen a dichos proyectos.
El trabajo por proyectos pretende integrar las áreas de lengua, matemáticas, conocimiento y plástica. En los proyectos los alumnos tienen un objetivo claro que alcanzar con su trabajo y se ponen en acción para conseguirlo, lo que nos permite un acercamiento a aprendizajes significativos y con sentido. El eje del proyecto serán los conceptos de conocimiento del medio, que se articularán a través del trabajo de un texto social y de conceptos matemáticos. En ese proceso, van adquiriendo a través de la investigación y experimentación los contenidos que el currículo nos determina (y bastantes más). En esta labor, sobre todo en la búsqueda, selección, reformulación y expresión de la información, se dispone a día de hoy de un gran aliado en nuestro trabajo: las TIC. Un uso adecuado, práctico y racional de las TIC (alejado de la realización de meras actividades-anécdotas) supondrá un empuje enorme al enfoque comunicativo y abrirá multitud de posibilidades en las fases de investigación y producción de los proyectos.
En nuestra aula disponemos de un mini-portátil para cada alumno, con lo que podemos diseñar proyectos que utilicen dichos recursos. Cabe destacar que pocas veces usan los alumnos todos los portátiles a la vez, ya que el trabajo colaborativo es una de las piedras angulares de los proyectos y, por tanto, uno o dos ordenadores por equipo nos suele valer.
Podemos decir, por tanto, que las TIC son una herramienta indispensable en muchos de los proyectos (un ejemplo puede ser la wiki sobre animales extraños WikiANIMALACOS: http://sites.google.com/site/wikianimalacos/).
Encabezado de la wiki: Wikianimalacos. Una explicación más pormenorizada de este proyecto se encontrará en el artículo “Un proyecto en educación primaria” incluido en el libro “Experiencias educativas en las aulas del siglo XXI”.
El trabajo por proyectos sigue, en principio, una serie de pasos que han de realizar los alumnos y que se resumirían en:
• Motivación y establecimiento de un objetivo a alcanzar
• Valorar lo que ya se sabe sobre el tema y lo que se debe aprender para conseguir el objetivo
• Organizar y planificar el trabajo
• Realizar la investigación y producir un resultado
• Exponer lo aprendido
• Evaluarlo
Estas fases no son obligatorias o estancas, pudiendo estar unidas unas con otras o suprimir alguna en caso de no ser necesaria. Sin embargo, lo principal es la asunción de un objetivo a alcanzar por parte de los alumnos (evidentemente distinto de los objetivos programáticos del docente). Un objetivo que da sentido al trabajo que se materializa a través de procesos de búsqueda y tratamiento de la información de manera individual o mediante trabajo colaborativo. Este proceso de búsqueda y tratamiento ha de suponer una reformulación de la información que se expresará a través de la producción de algún tipo de texto.
La manera de establecer un objetivo de cara a los alumnos se realiza, por lo general, a través de la motivación del proyecto. Esta motivación varía dependiendo de la temática, intereses de los alumnos e intención del docente. La motivación puede partir de múltiples formas: alguna situación ocurrida en el aula; la visita de alguna persona; aparición de objetos; visionado de vídeos, presentaciones, libros, etc. Al final, debe dar pie al debate en el aula que termine con la asunción de un objetivo de trabajo. Tras esta motivación se puede plantear otra nueva tarea: establecer los conocimientos previos sobre el tema y explicitar aquellos otros que se desearía alcanzar a través del trabajo del proyecto.
Cabe destacar que los alumnos, por tanto, se plantean un objetivo que da sentido a su trabajo, pero el docente, por su parte, se plantea otros objetivos como: trabajar un texto social y el desarrollo de la comprensión y expresión oral y escrita de manera relevante; trabajar conceptos matemáticos asociados al tema; trabajar los conceptos naturales, sociales o culturales; desarrollar procesos de búsqueda y tratamiento de la información…
Al final de las sesiones dedicadas a estos aspectos, se ha de responder a la pregunta: ¿Cómo conseguir nuestro objetivo? Se establecen los aspectos necesarios para llevar a cabo el trabajo (dónde buscar información, qué se puede aportar desde casa, la forma idónea de recogida de dicha información, cómo se expondrá, etc.).
Tras estas fases de trabajo iniciales, llega la parte “gruesa” del proyecto. La búsqueda, tratamiento y reformulación de la información. La mayor parte del tiempo del proyecto será el dedicado a este aspecto. Los alumnos a través de procesos autónomos (individuales o cooperativos) de búsqueda de información van acercándose hacia el objetivo planteado inicialmente. Evidentemente, el docente es quien (dependiendo de la experiencia de los alumnos en esta metodología) organiza, diseña y dinamiza este proceso, facilitando las herramientas necesarias, acotando, evaluando y redirigiendo el trabajo de los equipos durante el desarrollo del proyecto. Los alumnos irán produciendo sus propios textos (que varían dependiendo del proyecto) y aplicando las nociones matemáticas que les vaya exigiendo el trabajo.
La última parte del proyecto será la destinada a la exposición individual o grupal de lo producido y a la evaluación. Esta última se puede realizar de distintas formas dependiendo de la naturaleza del proyecto: valoración del trabajo, del proceso y de las producciones de los alumnos; de la exposición; autoevaluación y evaluación; alguna prueba específica que reproduzca el trabajo del proyecto, etc.
Este sería el resumen de lo que, desde mi punto de vista, debe ser un proyecto enfocado a educación primaria. Este trabajo convierte a los alumnos en los protagonistas activos de su aprendizaje, facilitando el desarrollo de capacidades y competencias en el proceso de alcanzar un objetivo concreto, relegando la mera asimilación enciclopédica de contenidos para convertirlos en herramientas que permitan modificar esquemas de conocimiento y, paradójicamente, permitiéndoles abarcar mucha más información que en este caso será significativa y relevante.>>
Óscar Barquín Ruiz